El gobierno del Reino Unido ha establecido un nuevo y audaz objetivo climático, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 81% para 2035, en comparación con los niveles de 1990. Esta ambiciosa contribución determinada a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) se anunció en la reciente conferencia COP29, enviando un mensaje claro del compromiso del Reino Unido con la lucha contra el cambio climático. El anuncio forma parte de un esfuerzo más amplio del Reino Unido para mantener su papel de liderazgo en la acción climática global y alentar a otras naciones a seguir su ejemplo con objetivos igualmente ambiciosos.
El nuevo objetivo, descrito como ambicioso y factible por los expertos, se basa en el compromiso existente del Reino Unido de lograr emisiones netas cero para 2050. Representa una aceleración significativa de los esfuerzos de descarbonización del país y coloca al Reino Unido a la vanguardia de la ambición climática global. El Comité de Cambio Climático (CCC), un organismo asesor independiente del gobierno del Reino Unido, ha elogiado la medida, señalando que proporciona un impulso temprano antes de las presentaciones formales de todos los países el próximo año.
El profesor Piers Forster, presidente interino del Comité de Cambio Climático, destacó la importancia del liderazgo del Reino Unido y afirmó: “El objetivo y el historial del Reino Unido en materia de lucha contra las emisiones y adaptación al cambio climático constituyen un ejemplo poderoso a nivel mundial, pero sólo si se aplican las políticas necesarias para alcanzar sus objetivos y se respalda su consecución”. Esta declaración subraya la necesidad de adoptar medidas concretas para respaldar el ambicioso objetivo.
El anuncio del Reino Unido en la COP29 fue parte de un esfuerzo más amplio para mantener el impulso de la diplomacia climática internacional. Si bien la conferencia arrojó resultados dispares en general, ya que varias decisiones clave se aplazaron hasta el año próximo, la fuerte presencia del Reino Unido y su ambicioso objetivo ayudaron a proporcionar un punto focal positivo. El gobierno también se centró en la consecución de los objetivos a través de coaliciones del sector estatal y privado, con especial énfasis en el almacenamiento de energía, la reducción de las emisiones de metano y la conservación forestal.
De cara al futuro, el Reino Unido tiene la oportunidad de aprovechar su experiencia e influencia para respaldar el progreso climático global en varias áreas clave. El sólido sector de servicios financieros del país lo posiciona bien para respaldar la movilización de fondos para la acción climática. Además, se espera que el Reino Unido desempeñe un papel crucial en la coordinación de la Alianza Global de Energía Limpia, que lidera, para garantizar que complemente a otras coaliciones centradas en la reducción de combustibles fósiles y el desarrollo de energía limpia.
El Comité de Cambio Climático desempeñará un papel vital en el trazado del camino a seguir por el Reino Unido. El próximo asesoramiento del Séptimo Presupuesto de Carbono establecerá un camino actualizado hacia el Cero Neto para el Reino Unido, incluidas las acciones esenciales necesarias para cumplir con la NDC 2030, la nueva NDC 2035 y el Sexto Presupuesto de Carbono. Este enfoque integral será crucial para traducir el ambicioso objetivo en políticas viables y un progreso mensurable.
Mientras el mundo mira hacia la COP30, el audaz objetivo climático del Reino Unido establece un estándar alto para otras naciones. El año que viene será crítico para determinar si esta ambición puede ir acompañada de una implementación efectiva y si inspirará compromisos similares de otras economías importantes. El éxito de la estrategia climática del Reino Unido podría tener implicaciones de largo alcance para los esfuerzos globales para limitar el calentamiento y mitigar los peores impactos del cambio climático.